martes, 8 de septiembre de 2009

- EPITAFIO -

Aliento emanado de
unas encalladas manos
que palpan con tacto
lo que atragantó a los gusanos

Cuervos negros de la sombra
salen del espeso ramaje
para estar presentes
en nuestro aprendizaje.

Sucias penetrantes miradas
hacia el recuerdo del tiempo
buscando lo que no tenemos
y sin saber porque lo queremos.

Pupilas bañadas en sangre
por el grito de mi alma,
mientras cuervos destripan
el sentimiento con sus garras.

Caminando por la cuchilla
de un arma de doble filo
y sueño con alimentarme
del cuerpo que anhelo.

Sin oraciones ni rezos para el moribundo,
se cumplirá la gran profecía
cuando pueda ser un hombre honesto
y me vuelva loco al no entender lo que decía.

Hablan llagas de mi corazón
susurrando un pensamiento
que repiten los árboles
cada vez que no te encuentro.

Negros cuervos que regresan
a sus agujeros que hacen de hogar,
esperando otro incauto corazón
al que poder descerrajar.

Y mientras tanto sigo sentado
desde tu marcha en el mismo lugar
esperando a que estos árboles
dejen de herirme al omitir el susurrar.


Alejandro Guillén Guillén

3 comentarios:

  1. Esta es la primera escritura de, espero, una larga cadena.. y eso depende de si gusta entre los leyentes...

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  2. leyentes o lectores...ánimo cn ese nuevo proyecto

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  3. Es una licencia poética que me permito... loúnico que están puestas las comillas.

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