Son tantos lo sueños que desembocamos en nuestras miradas celestiales. Siempre miramos al cielo cuando nos sentimos soñadores. Hoy me siento soñador. Hoy he mirado al cielo creyendo verte en él. Hoy he vuelto a volar cargado de ilusiones que nadie matará. Hoy he podido ver el mar desde mi balcón, porque era tan fuerte mi deseo que cerré los ojos y hasta llegué a creer que mis dedos tocaban este soñado medio salino. Hoy me mire al pecho y pude ver como poco a poco se escribía tu nombre en él. Pude ver que en tu infeliz mirada me encontrabas y empezabas a creer que existe un camino que recorrer. Hoy he estado mirando al cielo, hoy vi la belleza celestial. Hoy te vi pintando estrellas para que yo pueda ser feliz. Hoy, solo hoy. Hoy pude pasear por mis pensamientos porque me daban la felicidad de tu imagen. Hoy pude levantar la voz porque tu querías escucharla, sentirla, entenderla. Hoy me comprediste. Hoy puede ser un día para recordar. Hoy puede ser un gran día. Hoy, he matado al día para que no sea un solo hoy y se convierta en un mañana. Hoy fue el último día. Hoy miré al cielo, y por fin me devolvió la mirada.
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